miércoles, 14 de marzo de 2018

Orígenes


Una línea del tiempo del planeta Tierra. Foto: Andree Valley/University of Wisonsin-Madison.

Hoy me preguntó Alo, ¿de dónde venimos? Lo hizo con un aire de seriedad, a lo cual no podía responder con cualquier cosa. Lo miré fijamente y mientras tanto su inquietud crecía como espuma. Suspiré y le dije, “verás, hace mucho, muchísimo tiempo - hasta dónde sabemos unos 15 mil millones de años - hubo una gran explosión y ahí empezó todo.” Comenzando así, pensé que le pondría misterio al asunto, pero me miró de vuelta, con las cejas levantadas y el ceño fruncido, me dijo “Papi eso ya lo sé.”[1]

Yo proseguí. Bueno, resulta que muchísimo tiempo después de esa explosión, comenzaron a unirse trozos en distintos lugares, y algunos se unieron tan fuerte que iniciaron su propio fuego y formaron estrellas. Habían estrellas grandes y pequeñas. Me dijo, “ah, el Sol es una grande y las otras son pequeñas.” Naturalmente, le respondí, “No, el Sol en realidad es una estrella mediana, pero hay más grandes. Lo que pasa es que las otras están muy lejos y por eso se ven pequeñas.”

También hubo trozos de materia que no formaron estrellas, sino planetas. Uno de esos planetas fue el nuestro, el planeta Tierra. Seguía escuchándome como si faltara poco para resolver el misterio. Después de muchísimos años que se formara la tierra, en los océanos comenzaron a surgir de manera espontánea pequeños bichitos. En realidad eran formas de vida pequeñitas que no podemos ver con los ojos y que casi no hacían nada, pero podían hacer algo muy especial. Podían hacer muchas copias de ellos mismos. Es, como si tuvieras hijos igualitos a ti mismo.

En algún momento, nadie sabe bien cómo, dos de esos bichitos se unieron[2]. De hecho uno se fue a vivir al interior de otro. Resulta que el más pequeño podía producir energía que necesitaba el más grande y así terminó quedándose para siempre en su interior. En esta unión quedaron formando un solo ser vivo, a estos seres les llamamos células (eukaryotes). Y también tenían la capacidad para tener hijos igualitos a ellos.

Pero después de muchos años, de vez en cuando tenían hijos que ya no se parecían tanto a los padres. Y a veces, tenían habilidades diferentes. Como estar conformados por más de una célula. De esta manera comenzaron a aparecer seres más grandes. Animalitos pequeños, como pececitos que andaban por los mares del mundo.

Pasaron muchísimos años y estos seres hicieron lo mismo que sus padres y tuvieron muchos hijos, y los hijos tuvieron hijos, y así muchísimas veces. En algún momento algunos decidieron salir del agua y explorar la tierra. Al principio les costó mucho, pero cada vez más se iban adaptando en la medida en que tenían hijos y estos mostraban alguna habilidad diferente a sus padres.

De los distintos hijos, y después de muchísimo tiempo, hubo algunos que se convirtieron en lo que hoy llamamos mamíferos, otros se convirtieron en dinosaurios, etc. Ahí me detuvo y me dijo, “bueno, pero los dinosaurios ya se murieron.” Yo entusiasmado le respondí, “en realidad no, los dinosaurios grandes se murieron hace mucho tiempo, pero también habían dinosaurios pequeños con plumas que siguen viviendo hoy en día, y les llamamos aves.” Me miró y me dijo, el pterodactilo no tenía plumas. Yo le respondí sin pensarlo, probablemente no tenía, pero habían otros que sí tenían.

Parecía convencido, así que continué. Bueno, de esos pequeños mamíferos, surgieron todos los mamíferos que conocemos, los leones, las ballenas, los monos y los simios. Le hice la claridad sobre los monos y los simios, nosotros somos simios como los gorilas y los chimpancés - somos monos sin cola, en cierta manera. Pero no fue inmediato, pasaron muchos, muchos años, los mamíferos anteriores a los simios tuvieron muchos hijos durante muchos años hasta que algunos nacieron con habilidades diferentes y así esos tuvieron hijos y nos fuimos diferenciando los unos de los otros. Hasta que aparecimos los humanos.

Y eso es lo mejor que sabemos sobre de dónde venimos.[3]

Ahora sí, a bañarte.


  1. Recordé que el año pasado lo había estudiado en el colegio.  ↩

  2. El caso de la mitocondria es probablemente el caso más exitoso de supervivencia en la historia de los seres vivos.  ↩

  3. Hay un video interesante sobre nuestra historia en un minuto.  ↩

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